El Dr. López-Ibor en los medios

INTERVIENEN CON ÉXITO A PACIENTES DE DIFÍCIL TRATAMIENTO

Un equipo multidisciplinar del Hospital Clínico San Carlos integrado por neurorradiólogos vasculares intervencionistas, neurocirujanos y neurólogos están utilizando técnicas punteras para el tratamiento de las malformaciones vasculares cerebrales de alta complejidad, es decir lesiones de grados III, IV y V con un tamaño de hasta 7 centímetros.
Se trata de un novedoso enfoque terapéutico que consiste en la embolización de estas lesiones con un material llamado onyx para seguidamente someter a los pacientes a una intervención quirúrgica que permite erradicarlas por completo.
Históricamente estas malformaciones han representado un reto terapéutico para los profesionales dedicados a las mismas, ya que conllevan dificultades quirúrgicas significativas, y por este motivo muchas de ellas solo reciben tratamientos meramente paliativos.
Hasta el momento, los especialistas del Clínico San Carlos han tratado a 10 pacientes con estas técnicas, todos ellos de alta complejidad. De no haberse utilizado esta combinación terapéutica en la que están implicados diversos servicios y profesionales del centro, habría sido imposible el éxito alcanzado.
Los especialistas que han intervenido a estos enfermos son los doctores Luís López-Ibor y Alberto Gil, ambos de la Unidad de Neurorradiología Vascular Intervencionista y Gregorio Rodríguez Boto del Servicio de Neurocirugía, que han contado con la colaboración de la Dra. Carmen Serra, de Neurología

Angiógrafo biplano de última generación

Este tratamiento de las malformaciones vasculares cerebrales es posible gracias a la nueva Unidad de Neurorradiología Intervencionista puesta en marcha hace un año que cuenta con un angiógrafo biplano. Se trata de un aparato de rayos X que permite obtener imágenes en tiempo real de lo que pasa en el sistema vascular.
Además, estas imágenes permiten realizar procedimientos terapéuticos para corregir algunas obstrucciones a nivel endovascular; es decir en lugar de "abrir" el cuerpo, se interviene por dentro de la misma arteria implantando prótesis o insertando balones de dilatación que recuperan el flujo de la arteria obstruida.
El Clínico San Carlos ha incorporado este nuevo equipo que es mucho más versátil que los antiguos sistemas de diagnóstico, pues permite explorar tanto arterias coronarias y cerebrales, como aquellas que van hacia las extremidades inferiores.
Antes, para cada sector del sistema vascular se requería un equipo específico. Además, la gran calidad de las imágenes tridimensionales proyectadas por este angiógrafo, permite realizar complejos procedimientos neurovasculares, con una sola rotación de exploración, y una muy baja radiación tanto a los pacientes como al personal sanitario.
Esta herramienta permite incluso la cateterización en estructuras morfológicas complejas, debido a la habilidad del angiógrafo de seguir el catéter en 3D en tiempo real, lo que permite al personal medico obtener una vista exacta de la punta de catéter sin necesidad de inyecciones de contraste. Otra de las posibilidades que permite esta tecnología es el despliegue de bobinas en un aneurisma cerebral.

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